2.1.3. Los gobiernos de la Revolución de 1917 a 1924

Se designó con este nombre a los gobiernos surgidos del movimiento armado de 1910, con la misión de consolidar el Estado mexicano de acuerdo a los preceptos establecidos en la Constitución de 1917. Estos gobiernos eran dirigidos por caudillos que habían participado en la revolución y que eran capaces de congregar a muchas personas. Dentro de este periodo de la historia de México, se ubican los gobiernos de Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta y Álvaro Obregón (CONEVyT, 2000).

Gobierno de Venustiano Carranza 1917-1920

Venustiano Carranza celebró un Congreso encargado de redactar una nueva Constitución Política que incluyera los principios revolucionarios. El Congreso Constituyente fue convocado el 19 de septiembre de 1916.

Carranza presentó un proyecto que modificaba muchos aspectos de la Constitución de 1857, pero conservaba la tendencia liberal y legalizaba las aspiraciones revolucionarias. Las discusiones para los artículos 3°, 27 y 123 fueron profundas e incluso violentas.
Después del debate, la Constitución fue promulgada el 5 de febrero de 1917.

En resumen, esta Constitución tenía un contenido liberal-democrático, es decir, conservó los postulados democráticos de la Carta Magna de 1857, pero transformó parte de su doctrina liberal, que era de contenidos individualistas por una de intereses colectivos (Delgado, G. 2003), esos postulados son los siguientes:

El artículo 3 estableció la educación pública y gratuidad de la educación primaria. Igualmente, que toda educación impartida debería ser laica.

El artículo 27. Se atribuye a la nación el derecho eminente sobre la propiedad, que justifica la expropiación de la propiedad privada por causa de interés público, y se reserva a la nación la propiedad del subsuelo para que pueda el gobierno concesionar a privados y sociedades mexicanas y extranjeras, constituidas conforme la ley mexicana.

Artículo 123. Estableció las relaciones entre el capital y el trabajo; para que el reparto de las ganancias fuera
más justo, y que el trabajador contara con garantías, buen trato, asistencia e indemnizaciones en caso de enfermedad o accidente de trabajo.

Ésta disposición reconoció la existencia legal de los sindicatos y el derecho a huelga.
Con base en esa nueva Constitución, Venustiano Carranza es electo presidente y toma posesión el 1o. de mayo de 1917. Cuando asumió la presidencia Carranza tuvo grandes dificultades para cumplir con lo estipulado en los artículos 27 y 123 de la Constitución de 1917. Como consecuencia, se desarrollaron continuas luchas agrarias e innumerables huelgas.

Dentro de este periodo se crean la Comisión Nacional Agraria y la Secretaría de Agricultura y Fomento, dedicadas al estudio del reparto agrario y a la restitución de tierras. También se crea la Confederación Regional de
Trabajadores Mexicanos (CROM).

La política exterior se estableció en la tesis juarista, que no permitía la intervención extranjera en los asuntos de soberanía nacional. La posición de neutralidad inquebrantable de Carranza, durante la Primera Guerra Mundial, de no apoyar a Alemania, le valió el reconocimiento de Estados Unidos a su gobierno al término de la guerra (CONEVyT, 2000).

En política interna el gobierno se enfrenta a un país convulsionado, los años del movimiento armado han dejado a México al borde de la desintegración y se complicó también porque proliferaban los caciques que controlan grandes regiones; en Sonora, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, en Chihuahua y Durango, Francisco Villa. En Oaxaca lideraba Félix Díaz, y en el centro del país se sentía el dominio del gobierno federal, aunque con fuerzas rebeldes, entre las que destacaba Emiliano Zapata en Morelos y parte de Puebla, Guerrero, Tlaxcala, la Ciudad de México y el Estado de México.

En política hacendaria, el gobierno carrancista se dedicó a la revisión de las operaciones bancarias y a la regulación monetaria. Al mismo tiempo, en Sonora Álvaro Obregón lanzó un manifiesto donde criticó la política del gobierno (1919). Otro sonorense fue Adolfo de la Huerta, con su Plan de Agua Prieta, el cual, desconoció a Carranza como presidente. Esta rebelión se propagó en la mayor parte del país. Carranza decidió retirarse de la capital y formar su gobierno en Veracruz. Finalmente fue traicionado y asesinado el 21 de mayo de 1920.

El Congreso nombró presidente interino a Adolfo de la Huerta, quien gobernó del 12 de junio al 30 de noviembre de 1920 y logró la pacificación del país, calmando a los grupos rebeldes como el zapatista. También consiguió la pacificación de Pancho Villa que se retiró de la vida política; la rendición de Pablo González y Félix Díaz; su política resultó conciliadora. Más adelante, convocó a elecciones en las que resultó triunfador Álvaro Obregón (CONEVyT, 2000).

Gobierno de Álvaro Obregón 1920-1924

Álvaro Obregón tomó posesión del cargo el 30 de noviembre de 1920 y su actuación como presidente se caracterizó por los siguientes hechos:

Álvaro Obregón tomó posesión del cargo el 30 de noviembre de 1920 y su actuación como presidente se caracterizó por los siguientes hechos:

En política exterior se firman Los Tratados de Bucareli con el gobierno de Estados Unidos, los cuales, reconocen diplomáticamente a nuestro país y se garantizan los intereses y propiedades estadounidenses en México. Se reanudan los pagos establecidos en el Pacto De la Huerta-Lamont, restableciéndose el crédito externo. México queda más vinculado a la política hegemónica de los Estados Unidos.

En política interna se restablece el crédito interno por medio de la liquidación y devolución de los bancos incautados durante el régimen carrancista. Se regula la función bancaria y se decretan la Ley sobre Bancos Refaccionarios y la Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios (CONEVyT, 2000). Los índices de producción incrementan en años posteriores, como se muestra en el Esquema 2.

A partir de 1922 se inició una recuperación importante en la agricultura y en la industria (véase tabla 3 y 4). La iniciativa privada apoya e impulsa a la industria manufacturera, principalmente en el ramo textil (Lomelí, 2005). El sector agrícola es el eje de la economía y mantiene su crecimiento de 5% anual. Se normaliza la producción minera y se fortalece el movimiento obrero con la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM).

Uno de los aciertos más importantes del gobierno obregonista se da en política educativa y cultural, gracias a que se establece la campaña educativa y cultural más importante que ha tenido nuestro país (Lomelí, L.2005).

Surge la Secretaría de Educación Pública y es nombrado secretario de ésta a José Vasconcelos que fungía como rector de la Universidad Nacional. Su esfuerzo se centró en la educación básica, se reorganizó la enseñanza primaria, de igual forma, se instituyó la enseñanza secundaria y se impulsó la educación técnica, industrial y comercial. Se construyeron Escuelas Normales en todas las regiones.

Dentro del país se coordinaron Misiones Culturales que llevaron campañas de alfabetización a todos los rincones de México. También apoyó la creación de bibliotecas públicas. Después de 1920, México acumuló una ganancia sustancial en productos, particularmente manufacturados, aumentó el excedente económico real, las cuales originaron el desarrollo económico, que dio por resultado el crecimiento.

Se calcula que de 1921 a 1940 el PIB real llegó a más del doble, el crecimiento real per cápita tuvo un promedio de 2.4% anual durante dos décadas. Mientras que, la producción manufacturada per cápita tuvo en promedio un aumento real anual de 4.4 por ciento (Womack, 2012). Posteriormente, en las elecciones de 1924, resulta ganador Plutarco Elías Calles.

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