El Modelo ADDIE | Metodología ADDIE

El modelo ADDIE se refiere al acrónimo en inglés de las 5 fases de las que se compone el Sistema de Diseño Instruccional. Se trata de un proceso mediante el cual se crean las experiencias de aprendizaje de la formación e-learning con el objetivo de potenciar las habilidades y los conocimientos de los estudiantes.

Este es un modelo que se considera genérico dentro del diseño instruccional, y la base de muchos otros más específicos, consta de cinco fases básicas:

AnálisisDiseñoDesarrolloImplementaciónEvaluación

Esta fase sienta las bases para las siguientes cuatro, pues en ella se determinan las necesidades de instrucción con base en el perfil de los potenciales aprendices, lo que ellos requieren aprender, en términos de contenidos y objetivos, las opciones de impartición / entrega del curso, las restricciones existentes, incluyendo fechas límite y presupuesto, los recursos disponibles y las evidencias requeridas para demostrar el cumplimiento de los objetivos.

Esta etapa se enfoca a investigar, desarrollar, evaluar y administrar el proceso instruccional con base en el análisis de necesidades. El producto final de esta fase es el documento de diseño instruccional, que es algo así como los planos arquitectónicos del curso. En este documento se deben incluir los objetivos del curso, los contenidos a cubrir para lograrlos, en términos de conocimientos, habilidades y actitudes, las estrategias y recursos instruccionales a utilizar, detallando las actividades de aprendizaje y ejercicios a realizar, el formato del curso, la manera en que se van a estructurar los materiales y la forma en que se evaluará a los participantes.

Es aquí donde se generan los materiales instruccionales del curso, definiendo los medios de interacción. Esta fase es de crucial importancia en la producción de cursos de e-Learning, considerando que los materiales serán el primer contacto del aprendiz con el curso. Y por lo mismo, en esta etapa se abre una gran gama de posibilidades en lo que respecta a la variedad de materiales y formas de interactuar que se pueden utilizar por medio de las tecnologías de información y comunicación (audio, video, imágenes, simulaciones, textos interactivos, foros de discusión, interacción sincrónica, etc.).

El único límite es la creatividad de los diseñadores. Al final de esta fase ya se puede tener un prototipo del curso completo, mismo que puede incluso someterse a una prueba piloto.

Una vez terminado el desarrollo del curso, es necesario elaborar un plan para ponerlo en marcha. Además de la entrega propiamente dicha de este a los usuarios finales, se debe tener bien claro el mecanismo para preparar a los instructores / facilitadores, las fechas de inicio y término, los tiempos de trámites previos al arranque, la preparación previa de los aprendices en el uso de la tecnología y, como resultado de todo esto, asegurarse de que los participantes logren los objetivos de aprendizaje planteados inicialmente.

Una de las principales finalidades de esta fase es medir la eficacia del curso diseñado e identificar áreas de oportunidad, con el fin de mejorar los resultados de aprendizaje de los participantes. Sin embargo, la evaluación debe ser un proceso sistémico que se lleve a cabo a lo largo de todo el proceso de diseño instruccional. De este modo, tendremos una evaluación formativa al inicio de cada fase, que permitirá hacer ajustes antes de la impartición del curso, y una evaluación sumativa, al finalizar esta.

Por sus siglas en inglés ADDIE. Cada componente de la instrucción es gobernado por resultados de aprendizaje, los cuales han sido determinados después de pasar por un análisis de las necesidades del estudiante.

Estas fases algunas veces se traslapan y pueden estar interrelacionadas. Por lo tanto, brindar una guía dinámica y flexible para el desarrollo efectivo y eficiente de la instrucción es uno de los componentes que aporta este modelo.

De manera general, podemos decir que la utilización de cualquiera de los modelos de diseño instruccional en la creación de un curso, por principio de cuentas nos sirve para organizar ideas, contenidos, tiempos y actividades a llevar a cabo.

Ahora bien, dentro de las dificultades del diseño instruccional, de manera general podemos mencionar el tiempo que se requiere para llevar a cabo todos los pasos de manera adecuada, la necesidad de contar con un equipo de apoyo, sobre todo en la fase de producción y de desarrollo, pues si bien puede haber instructores que sean expertos en el uso de la tecnología para crear materiales de aprendizaje, pero esto no es la generalidad.

En este punto también es importante mencionar como posible dificultad la adecuada comunicación entre el equipo académico y el de diseño gráfico, pues si el segundo, el de diseño gráfico, no comprende lo que el primero quiere, los materiales de aprendizaje pueden no servir para lo que fueron concebidos. Finalmente, si no hay una preparación apropiada del instructor, aun el mejor diseño instruccional puede no ser efectivo, sobre todo cuando fue elaborado por otras personas.

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